Pelad siete u ocho berenjenas, cortadlas en lonchitas redondas y saladlas para que suelten el agua. Después de alguna hora enharinadlas y freídlas en aceite.
Coged una fuente resistente al calor y, capa por capa, condimentadlas con parmesano reggiano rallado y con la salsa de tomate nº 125, disponiéndolas en modo que resulten bonitas. Batid un huevo con una pizca de sal, una cucharada de la salsa, una cucharadita de parmesano, dos de pan rallado, y con esta mezcla cubrid la superficie.
Poned la fuente debajo de la tapa del horno de leña, con el fuego por encima, y cuando el huevo se haya hecho, mandad el pastel a la mesa. Puede valer solo, como entremés, o acompañado de un plato de carne. La cobertura de huevo sirve para darle al plato mejor apariencia.
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