¡El arroz! Aquí tenemos justo un alimento para engordar que los turcos suministran a sus mujeres para ponerles, como diría un ilustre profesor conocido por todos, las carnes adiposas.
500 gr. de arroz. 100 gr. de mantequilla. Parmesano, cuanto se necesite. Una cebolla mediana.
El arroz, como ya os he dicho otra vez, no conviene lavarlo; basta limpiarlo y frotarlo dentro de un paño. Triturad la cebolla muy fina con la media luna y ponedla al fuego con la mitad de la mantequilla. Cuando haya tomado el color dorado añadid el arroz y removedlo continuamente con el cucharón hasta que haya absorbido todo el sofrito. Entonces empezad a verted agua caliente a chorritos poco a poco, pero cuidad que si hierve muy fuerte, queda duro en el centro y se enharina en la superficie; saladlo y llevadlo a cocción seca, añadiendo el resto de la mantequilla. Antes de retirarlo del fuego, unidle los guisantes del nº 427 en justa proporción y dadlos sabor con un buen puñado de parmesano. Esta cantidad bastará para cinco personas.
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