Preferid cebollas blancas y gordas, cortadlas en pencas de medio dedo de anchas y echadlas en agua fresca para dejarlas al menos una hora. Antes de echarlas a la sartén con tocino o aceite, secadlas bien en un paño y cuando comiencen a tomar color saladlas un poco, como salaréis los huevos antes de verterlos sobre la cebolla que cuidaréis que no coja el negro por demasiada cocción.
1 comentario:
Mira qué interesante esta técnica para trabajar la cebolla. Yo la cocino desflemándola previamente en agua caliente, pero solo un ratito, o en zumo de limón. Entiendo que lo que buscamos es lo mismo, que no sea agresiva para la buena digestión y que no quede tan fuerte para el paladar y después para el aliento. La diferencia es que el limón mantiene el sabor y no así el agua caliente. ¡Qué sabrosa está esta página! Gracias, amigos.
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