Las llamo tagliatelle, porque debiendo estar cocidas en agua y condimentadas secas, la pasta se estira algo más gruesa y va cortada en tiras más largas que los tallarines. Se trata siempre de una pasta de huevos y harina, sin gota de agua si las deseáis bien sólidas y buenas. Cortad en dados pequeños una loncha gruesa de jamón: triturad bien apio y zanahoria en tal cantidad que ambos hagan aproximadamente el volumen del jamón. Poned en el fuego estas tres cosas juntas, con un trozo de mantequilla proporcionado al condimento de las tagliatelle. Cuando esté dorado el picadillo, añadid salsa de tomate o conserva, pero con ésta se necesita un chorrito de caldo o, a falta de éste, de agua.
Las tagliatelle cocedlas poco y saladlas poquísimo por el jamón*: retiradlas secas, condimentadlas con la mezcla y con parmesano.
En época de salchichas podéis sustituir el jamón por ellas bien desmenuzadas, tratándolas de la misma forma.
A quien le guste el sabor de la mantequilla cruda usad la mitad para añadirlo a la mezcla cuando se retira del fuego.
También los espagueti están ricos condimentados con las salchichas de la misma forma.
*Comentario del caracol: Creo oportuno recordar que el "prosciutto" italiano por lo general, no resulta tan salado como el "jamón" español (la elaboración y el resultado es diferente). Por tanto, sería conveniente tener esto en cuenta y no usar la sal si se cocinan estas recetas con jamón y no prosciutto, y de usar jamón el que más se aproxima al prosciutto es el jamón de hembra, por cierto.
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