150 gr. de almendras dulces con tres amargas. 150 gr. de azúcar fino. 20 gr. de cola de pescado en hojas. Un buen medio vaso de nata, o flor de leche. Un vaso y medio de agua. Dos cucharadas de agua de azahar.
Primero preparad la cola de pescado, que es muy sencillo; sugetadla con los dedos en el fondo de un vaso y, cubierta de agua, dejadla reposar a mano para removerla, y, cuando la necesiéis, tirad el agua y lavadla.
Pelad y triturad las almendras en un mortero, mojándolas de vez en cuando con una cucharadita de agua y, cuando las hayáis reducido a polvo, diluidlas con el agua y pasadlas por un colador fuerte y ralo, procurando extraer toda la sustancia.
En este momento preparad un recipiente de capacidad conveniente; después poned al fuego en una cacerola la leche de las almendras, la nata, el azúcar, la cola, el agua de azahar; mezcladlo todo y llevadlo a ebullición durante algún minuto. Retiradlo del fuego y, cuando haya perdido el calor, vertedlo en el recipiente inmerso en agua fresca o en hielo. Para desmoldarlo basta pasar entorno al recipiente un paño mojado en agua hirviendo. El hervor es necesario para que la cola de pescado se incorpore con el resto, de no ser así la veréis precipitarse al fondo del recipiente.
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